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mediados del siglo XIX, cuando Charles Darwin pasó por estas tierras en el Beagle, parece haber intuido el futuro de estos habitantes, dando sustento a la Teoría de la Evolución.

Fue la hostilidad del hombre, no la del paisaje, percibido en todo el mundo como sinónimo de lo remoto y de naturaleza solitaria, lo que impidió el desarrollo de esos pueblos. La larga historia que relatan estas páginas con fotografías que muestran una belleza inigualable, acreditan que hay espacio suficiente para la habitabilidad, el desarrollo humano, material y el despliegue de la vida en todo su esplendor.

2007. Colección Santander/Museo Chileno de Arte Precolombino

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Santiago de Chile