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os vestigios más antiguos de presencia humana en territorio chileno datan de hace unos 16.500 años y han sido registrados cerca de Puerto Montt, en el sitio Monte Verde. Dada su antigüedad, las evidencias de estos primeros colonizadores son muy escasas y, por ahora, no se han encontrado en la cuenca de Santiago. Esta ignorada historia, en buena parte, se encuentra oculta bajo las casas, las calles y los edificios de la ciudad, en los campos agrícolas que la rodean o en las escarpadas montañas que definen su carácter.

De este modo comienza el libro Santiago de Chile, catorce mil años, que sigue la historia de esa modesta aldea inicial hasta la gran metrópoli del siglo XX, en 2010, el año del Bicentenario.

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a cuenca del Mapocho, donde hoy se ubica la ciudad de Santiago con algo más de 5 millones de habitantes, tiene una larga historia como lugar de asentamiento humano. Su clima templado, sus abundantes cauces y sus innumerables recursos naturales, fueron fundamentales para la instalación y posterior desarrollo de la capital de Chile.

Sin embargo, el atractivo que ella ofrece atrajo a los humanos desde mucho antes de la llegada de los europeos. Hoy sabemos que ya hace 14.000 años arribaron a este territorio los primeros grupos que poblaron y fundaron la saga histórica de la actual ciudad de Santiago y el paisaje en que se enmarca.

A lo largo de 8 capítulos se despliega un testimonio gráfico y narrativo que marca las diferentes etapas evolutivas de la Conquista, la Colonia, la Independencia y el desarrollo de la sociedad, su cultura y costumbres, arte, arquitectura, terremotos y reconstrucciones incluidas.

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